El concepto de comunidades energéticas comenzó a tomar forma en la década de 1970, en respuesta a la crisis del petróleo y el creciente interés en la energía renovable. Alemania y Dinamarca fueron pioneros en este movimiento, con la creación de cooperativas y asociaciones de ciudadanos que invertían en proyectos locales de energía renovable.
En Alemania, el movimiento de energía comunitaria ganó impulso en las décadas de 1990 y 2000, gracias a la Ley de Energía Renovable (EEG), que garantizaba tarifas preferenciales para la energía renovable. Esto fomentó el desarrollo de cooperativas energéticas y proyectos locales en todo el país. Un ejemplo destacado es la comunidad de Wildpoldsried. Bajo la dirección de Günter Mögele, el pueblo desarrolló una infraestructura que incluye energía solar, eólica, hidroeléctrica y biogás. Wildpoldsried genera más de tres veces la energía que consume, y su éxito ha atraído la atención internacional, sirviendo como un caso de estudio para la integración de múltiples fuentes de energía renovable.
Por otro lado, Dinamarca ha sido un líder en energía eólica comunitaria desde la década de 1980. La participación activa de la comunidad y la propiedad local de los parques eólicos permitieron a Dinamarca convertirse en uno de los países con mayor penetración de energía eólica per cápita en el mundo. La isla de Samsø, liderada por el visionario Søren Hermansen, se ha convertido en un modelo global de autosuficiencia energética mediante el uso de energías eólica, solar y biomasa. Hermansen movilizó a la comunidad para asegurar la inversión en tecnologías renovables, logrando que Samsø sea conocida como la "Isla Energía".
El éxito de Alemania y Dinamarca inspiró a otros países a seguir su ejemplo. En Francia, el pequeño pueblo de Saint-Julien-en-Quint implementó un proyecto de comunidad energética, utilizando paneles solares y energía eólica para generar más energía de la que consume, exportando el excedente a la red nacional. Este esfuerzo, parte del programa ALPGRIDS, fue posible gracias al apoyo del alcalde local, quien jugó un papel crucial en su desarrollo.
Polonia también ha visto el éxito de las comunidades energéticas, como en el caso de Ladek-Zdroj. Este pueblo se convirtió en la primera comunidad autosuficiente en energía de Polonia, estableciendo una cooperativa energética que opera una granja solar fotovoltaica. Liderado por el alcalde Roman Kaczmarczyk, el proyecto no solo ha reducido significativamente los costos de electricidad, sino que también ha mejorado la calidad del aire al reducir la dependencia de combustibles fósiles.
En Alemania, otro ejemplo destacado es el pueblo de Feldheim, conocido por ser completamente autosuficiente en energía desde hace más de una década. Liderado por Werner Frohwitter y con el apoyo de la empresa Energiequelle, Feldheim implementó una infraestructura que incluye turbinas eólicas, paneles solares, una planta de biogás y baterías de almacenamiento. La comunidad exporta más de 250 veces la cantidad de electricidad que consume, disfrutando de algunas de las tarifas de electricidad y gas natural más bajas de Alemania.
Inspirados por estos ejemplos europeos y el crecimiento de las comunidades energéticas en todo el mundo, en 2018 nació Comunidad Solar en España con una misión clara: lograr que los pueblos sean independientes energéticamente y sostenibles. Nuestro objetivo es generar un impacto positivo en el planeta al permitir que las personas sean las dueñas de la energía renovable que obtenemos del sol, viento y agua, transformando completamente el sector de la energía.
Nuestros primeros pasos incluyeron la instalación de sistemas fotovoltaicos individuales, ayudando a familias a generar su propia energía. Posteriormente, comenzamos a desarrollar instalaciones fotovoltaicas compartidas, permitiendo que más personas pudieran beneficiarse de la energía solar, incluso si no tenían un tejado propio.
En 2023, dimos un paso innovador al lanzar el autoconsumo remoto, permitiendo a cualquier persona conectarse a nuestra comunidad energética nacional, independientemente de si tienen acceso a un tejado. Este avance ha democratizado aún más el acceso a la energía renovable, haciendo posible que más ciudadanos se sumen al cambio hacia un futuro sostenible.
Ahora, estamos en una fase emocionante de nuestro viaje: impulsando comunidades energéticas locales. En España, estamos llevando a cabo un proyecto emblemático en el pueblo de Nuevo Baztán. Nuestra visión es transformar Nuevo Baztán en un modelo de independencia energética y sostenibilidad. Estamos realizando numerosas acciones de divulgación en los pueblos en los que estamos trabajando, que son aproximadamente 120 por toda España. Es fantástico ver cómo la comunidad de comuneros también está colaborando, hablando con sus ayuntamientos, y cada día son más los pueblos que quieren empezar a trabajar con nosotros en el proyecto de comunidades energéticas, aunque la de Nuevo Baztán es la más avanzada.
Buscamos alcaldes visionarios que quieran transformar la vida de sus ciudadanos, luchar contra el calentamiento global con acciones concretas y conseguir la independencia energética para sus pueblos. Tal como han hecho los pueblos europeos que hemos mencionado, creemos que con liderazgo y compromiso, cada pueblo puede convertirse en un ejemplo de sostenibilidad y autosuficiencia energética.
Las comunidades energéticas han surgido como respuesta a la necesidad de un cambio en el modelo energético tradicional y la búsqueda de un futuro más sostenible y descentralizado. Comunidad Solar se enorgullece de formar parte de este movimiento global, y trabajamos incansablemente para cumplir nuestra misión y promover un futuro energético en manos de las personas. ¡Juntos, construyamos el futuro de la energía en manos de las personas! #LaEnergíaVerdeEsDeTodos